PRAGA



                          
La ciudad de Praga encierra un montón de rincones agradables para visitar. El centro es peatonal casi en su totalidad, con lo que podréis disfrutar de largos paseos. Os detallo a continuación por zonas todo lo imprescindible:


PLAZA DE LA CIUDAD VIEJA:

La plaza más característica de la ciudad es una enorme esplanada rodeada de edificios espléndidos. En el medio se ubica la estatua de Jan Hus. En uno de los laterales, y medio oculta por dos edificios más bajos, está la inmensa iglesia de nuestra señora del Týn. Desde la plaza se pueden contemplar sus dos magníficas torres negras que emulan las torres de un castillo de cuento de hadas.

Al otro lado de la plaza, la torre del ayuntamiento, al pie del cual está el famosísimo reloj de la ciudad, el reloj astronómico más antiguo de Europa. Se puede subir a esta torre para ver las fantásticas vistas de toda Praga. En otro de los laterales de la plaza hay una iglesia que se utiliza como sala de conciertos de música clásica y, justo al lado de ésta, la casa donde nació Kafka.

En esta plaza se ubican los mercadillos de navidad y el de semana santa, que se llenan de tenderetes de artesanía, comida para llevar y otros objetos de regalo para turistas. En la misma plaza hay bastantes terrazas para tomar algo o cenar a precios bastante caros.



EL BARRIO JUDÍO:

A un escaso paseo desde la plaza de la ciudad vieja, está el barrio judío. Allí se puede visitar el Museo Judío, el antiguo cementerio y varias sinagogas, algunas de las cuales también se pueden visitar por dentro.

El cementerio es bastante impresionante, ya que durante varios cientos de años fue el único lugar donde se permitió enterrar a los judíos en la ciudad de Praga. El resultado es el que veréis: lápidas que se acumulan unas sobre otras dando al lugar un aspecto un poco tétrico pero convirtiendo el lugar en un pequeño reducto lleno de historia.

Los edificios de la zona, que van desde el renacimiento hasta el Art Nouveau, son bastante interesantes. En el Museo os facilitarán bastante información sobre el barrio y su historia.


TORRE DE LA PÓLVORA Y ALREDEDORES:

Cerca de la plaza de la ciudad vieja, tras un paseo por una calle llena de tiendas para turistas, está la torre de la Pólvora, una construcción gótica que fue en su tiempo una de las puertas de acceso a la ciudad y que también se puede visitar por dentro. Casi detrás de la torre está la Casa Municipal de Praga, un precioso edificio de Art Nouveau que alberga una sala de conciertos, un restaurante de lujo, una cafetería, un bar americano y un restaurante más informal. Atreveos a entrar, daros un paseo por la planta baja o el sótano y tomaros un té disfrutando de la cafetería (kávarna) o de alguno de los restaurantes porque el edificio por dentro es precioso.


La misma plaza de la República aloja también un casino y uno de los centros comerciales más grandes del país, el Palladium.

A escasos metros de la plaza, tomando la calle Na poříčí, llegaréis hasta el hotel Imperial, que acoje un precioso restaurante de estilo Art Decó. El restaurante ofrece excelente cocina checa en un entorno muy elegante y a precios razonables. Conviene que reservéis el fin de semana porque es un lugar muy concurrido.


PUENTE DE CARLOS:

El emblemático puente de Carlos que atraviesa el río Moldava es peatonal y es el paso más transitado para llegar a Malá Strana y la zona del castillo de Hradčany. Está plagado de estatuas en todo el puente y merecen especial atención las dos torres de los dos extremos del puente. Desde la más cercana al castillo, cada hora sale un trompetista a anunciar la hora con una música. En el puente se colocan durante todo el día pequeños puestos de artesanos o dibujantes.



MALÁ STRANA:

El barrio que se extiende al otro lado del puente es más moderno. A unos pasos del puente encontraréis una amplia plaza desde donde tomar un tranvía para visitar el barrio si no queréis hacerlo dando un paseo. En esa misma plaza hay algunas cafeterías y restaurantes interesantes, como el Malostranska Beseda, que tiene una cafetería (kávarna) muy agradable y justo al lado una cervecería restaurante con precios muy inferiores a los del centro de la ciudad y muy buena calidad. Podéis visitar aquí la iglesia de San Nicolás.


CASTILLO DE HRADČANY:

Necesitaréis dedicar como mínimo un día entero para visitar el castillo y sus alrededores. Al parecer está catalogado como el castillo más grande del mundo, para que os hagáis una idea…

Podéis hacer alguna de las visitas guiadas para conocer mejor su historia. El castillo data del siglo IX y fue construido por los reyes de Bohemia. Es un símbolo de la grandeza de la ciudad. Posteriormente se han ido añadiendo edificios hasta conferirle el aspecto actual. Tiene una guardia que lo custodia, informaos de los horarios para ver el cambio de guardia.

No dejéis de visitar la catedral de San Vito en el recinto del castillo ni las torres. También podéis visitar los jardines, que son además de libre acceso.

Tras la visita, podéis bajar a pie atravesando la Callejuela del Oro, aún en el recinto del castillo, poblada antaño por alquimistas y en la actualidad lleno de puestos de artesanos.


PLAZA DE WENCESLAO:

Esta inmensa plaza alargada tiene en un extremo el precioso edificio del Museo Nacional además de la estatua ecuestre de Wenceslao y muchas tiendas, hoteles y puestos de comida. En el otro extremo empieza una pequeña calle peatonal que os llevará a la plaza de la ciudad vieja. En pascua acoge también un pequeño mercadillo de artesanía.


OTRAS VISITAS INTERESANTES:

- El edificio danzante de Frank Gehry

- La Iglesia de Belén

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