Alaska es un lugar impresionante donde disfrutar de la naturaleza en estado puro: bosques, montañas, paisajes infinitos y espectaculares, lagos, cascadas e infinidad de animales harán de vuestro viaje una experiencia inolvidable.
La época de de mejor clima para viajar a Alaska es el verano, sobre todo desde mediados de junio hasta mediados de agosto. Eso sí, como es temporada alta allí, tendréis que llevar buena parte del viaje reservado, pero podréis disfrutar de buen tiempo…. Las ventajas de ir fuera de temporada alta, de mediados de mayo a mediados de julio o de mediados de agosto y septiembre son que no encontraréis mosquitos (que al parecer son una tortura en pleno verano) y que no necesitaréis reservar nada con antelación y podréis ir recalculando vuestra ruta según el clima y lo que os guste el lugar. Eso sí, el clima es peor, las temperaturas rondan los 10 grados y llueve uno de cada tres días (esto en otoño, en primavera creo que la periodicidad de lluvias es menor).
Así pues, una vez hayáis decidido vuestra fecha, os recomiendo que no hagáis el viaje organizado, por vuestra cuenta lo podéis hacer sin problemas con un cierto nivel de inglés. La opción de lodges y hoteles tiene una oferta bastante reducida, así que os aconsejo la acampada o, más cómodo, la auto-caravana, que vienen perfectamente equipadas y tienen un sistema de calefacción estupendo para las noches frías. Nosotros la reservamos con Great Alaskan Holidays y la experiencia ha resultado buena: caravanas nuevas, bien equipadas, te permiten coger la Denali Hwy si está en buen estado (más adelante os comento este tema)…
Sobre lugares de acampada: los campings públicos están realmente bien y en enclaves muy muy bonitos. La única desventaja es que no todos tienen servicios de agua o electricidad y ninguno lavandería, duchas o similar. Pero si lleváis caravana y podéis estar algunos días desconectados disfrutaréis de paisajes increíbles.
En Alaska todo es caro. El hecho de tener que traer todo en barco o en avión y la corta temporada de turismo, hace que los precios sean bastante elevados. La opción de hoteles y restaurantes es, además de limitada, excesiva en precio, de ahí mi recomendación del camping o la auto-caravana, que hacen el viaje mucho más accesible. Aunque veréis que los precios también de los productos básicos son más elevados que en el resto de Estados Unidos con diferencia.
A continuación os detallo las visitas imprescindibles y os añado otras por si tuvierais más días para disfrutar del lugar (aunque siempre vuestra estancia os parecerá corta…)
ANCHORAGE:
No merece especial visita pero será probablemente vuestro lugar de llegada, recogida de la auto-caravana (si elegís esta opción) y aprovisionamiento de comida (hay Wallmart y Safeway donde encontrar de todo) y gasolina. El centro de la ciudad es pequeño, se encaja entre las calles Cordova y J y las avenidas 3ª a 7ª. En estas calles están todas las tiendas de souvenirs que podáis imaginar, algún museo, un enorme mal y algunos restaurantes y cafeterías.
TALKEETNA:
Pequeño pueblo ubicado en la ruta desde Anchorage a Denali que merece la visita por contener bien conservados aún algunos edificios de principios del siglo pasado. Algunos de ellos albergan buenas cafeterías. Además en este pueblo podéis contratar (si el tiempo os lo permite) todo tipo de actividades: rafting, jet-boating, kayaking y desde aquí salen las avionetas que suben al McKinley, la montaña más alta de Norte America.
DENALI NATIONAL PARK:
El camino de Anchorage a Denali os irá descubriendo el cambio en el paisaje. La carretera es una maravilla y el paisaje va cambiando conforme vais hacia el norte; los abetos van reduciendo su altura hasta llegar a la tundra, donde los árboles apenas tienen altura por los vientos y el frio del invierno. Llegados a Denali, os recomiendo que os alojéis en los campings del parque, no en los de fuera. Si lleváis auto-caravana solo podréis alojaros en Riley Creek (preciosas parcelas entre abetos con mesa de picnic y barbacoa) o en otro que queda a 20 millas más adentrado en el parque. Reservad eso si vuestra plaza con tiempo en la web del parque, si no, es posible que al llegar no haya sitio. Para visitar el parque os recomiendo que contratéis la excursión con la concesionaria del parque. Tenéis dos opciones: o bien a través de una excursión organizada que incluye comidas, o bien con un shuttle. Los conductores del shuttle llevan tiempo haciendo este trabajo, con lo que es probable que durante el recorrido también os expliquen cosas sobre el parque y sobre la fauna y flora que lo habitan, y pararán cada vez que vean un animal para que tengáis oportunidad de verlo y fotografiarlo. La parte negativa del shuttle es que tienes que llevarte la comida e incluso el agua, la positiva es que te costará muchísimo más barato y disfrutarás igual del parque. Hay varias opciones de ruta, nosotros cogimos la de Wonder Lake y, aunque son 11 horas de viaje, merece mucho la pena. Animales que podéis encontrar en el camino y que nosotros tuvimos la suerte de ver: zorros, lobos, caribous, mooses, osos, águilas y cabras montesas. El paisaje es extraordinario en todo el recorrido y las vistas del McKinley son espectaculares.
DENALI HWY:
Se llama Hwy supongo que por llamarla de alguna manera… en realidad son 128 millas de pista sin asfaltar. Con buen tiempo el terreno está más o menos practicable, eso sí, sin superar las 25 millas por hora y revisando cada media hora los neumáticos. Consultad con la agencia con la que contratéis el alquiler de la caravana o de coche, porque no todas permiten circular por esta vía. El recorrido requiere de no menos de 6 horas porque, sin duda, además haréis incontables paradas para contemplar y fotografiar el paisaje porque es impresionante, todo lo que pueda abarcar vuestra vista es naturaleza viva y fascinantes paisajes y montañas sin un ápice de presencia humana. En esta carretera se rodó la película “En tierras lejanas”. Si habéis visto la película os haréis una idea de los magníficos paisajes que encontraréis en esta ruta. Para comer apenas hay algún lugar, con lo que aprovisionaros bien antes de tomar esta ruta de comida, agua y, sobretodo, gasolina, porque no hay ninguna gasolinera en toda la carretera.
CHITINA-MCCARTHY-KENNICOTT:
Si os interesan los edificios históricos y la historia en general, esta visita os encantará. Para llegar, si la carretera de 96 millas está restringida por vuestro contrato de alquiler de coche o caravana, como fue nuestro caso, podéis optar por furgoneta (os saldrá por unos 100 dólares por persona) o bien en avioneta (unos 243 dólares también por persona). Eso sí, si queréis esta opción reservad con tiempo, incluso en temporada baja las pocas plazas pueden hacer que el tema del vuelo lo tengáis que descartar. La furgoneta convierte el viaje en una tortura de baches pero tiene la ventaja de que atravesaréis el parque de Wrangell-St.Elias, una maravilla de paisajes. Kennicott es el pequeño pueblo que se construyó alrededor de una mina de cobre a principios del siglo XX para traer el cobre a Estados Unidos. Todas las instalaciones de la mina y el procesamiento del mineral de cobre están en proceso de reconstrucción. Enclavado junto a un glaciar, este pueblo de casas rojas y tejados blancos os transportará un siglo atrás. Además la oficina de información del pueblo ofrece un video explicativo de la historia del lugar muy interesante que os pondrán a petición y visitas guiadas por el pueblo. Si no os lleváis la comida, en el lodge del pueblo sirven plato del día bastante completo a un precio muy razonable. Si entráis, escaparos a buscar el baño, veréis los muebles, la decoración y los carteles publicitarios y documentos de la época, muy interesante. De bajada y de regreso, parad en McCArthy, otro pueblo creado a la sombra de la fiebre del cobre de Kennicott y que aún conserva su esencia de aquella época. El pueblo que hay al inicio de la carretera, Chitina, también tuvo su época gloriosa pero ahora es decadente, aunque tiene un par de edificios curiosos.
VALDEZ:
Bonito pueblo de pescadores enclavado frente al mar, ofrece todo tipo de servicios, desde gasolineras, supermercados, varios campings en el centro del pueblo, cafeterías, restaurantes… incluso tiene una conservera de pescado, el Peter Pan Seafoods que vende pescado fresco y congelado para que podáis probar todas las exquisiteces del mar de Alaska aunque no sea su temporada de pesca: cangrejo real, cangrejo de las nieves, salmón rojo, bacalao negro, ….
El pueblo original quedó asolado por el terremoto que en 1964 arrasó buena parte de Alaska con una intensidad de 9.2 en la escala Richter. El nuevo pueblo se reconstruyó unos tres kilómetros más allá.
Valdez es el punto de destino de la Trans-Alaska Pipeline.
Desde Valdez salen algunos caminos de diferente intensidad para hacer senderismo. Además, cerca de allí se puede llegar en coche a visitar el glaciar Worthington y el cañon Keystone que tiene unas espectaculares cascadas y desde donde salen también algunos senderos.
Desde Valdez también podéis coger un crucero para visitar el Prince William Sound y acercaros a ver el Columbia Glacier o el Meares Glacier. La superficie de hielo de ambos llega hasta el mar y el barco se acerca hasta escasos metros de la pared de hielo. Podréis ver durante el viaje leones marinos, sea otters (que son una especie de castores marinos), focas, águilas y puffins, unos pequeños pajarillos negros con la cabeza de colores llamativos y que vive en el mar. Con suerte, también podréis ver ballenas y delfines. Y podréis disfrutar de una parada larga frente al glaciar. Es impresionante, de repente apagan el motor y todo queda en silencio con la inmensidad de hielo delante y pequeños icebergs alrededor. El único sonido que se oye es el de algún bloque de hielo desprenderse del glaciar con un gran estruendo…
PORTAGE:
El glaciar Portage ha retrocedido tanto en los últimos años que ya no puede verse desde el centro de visitantes. Pero hay algunos senderos para visitarlo, así como el Bayron, muy cercano. En la carretera encontraréis el AWCC, Alaskan Wildlife Conservation Center. Merece mucho la pena la visita. Además de poder contemplar bueyes azmizcleros, osos, caribous y otros, si no habéis tenido la suerte de encontrarlos aún en vuestro camino, conoceréis un poco más sobre estas especies que pueblan Alaska, sobre sus hábitos y sobre como el centro recoge animales heridos y los recupera y les da un hogar a los que no pueden volver a la libertad.
SEWARD:
Bonito pueblo costero. Tiene un oldtown con edificios bien conservados bastante separado del puerto. Seward ofrece excursiones en barco para visitar Ressurrection Bay, la isla de Fox y el fiordo Aialak. Os recomiendo la que incluye la visita a este fiordo y, en concreto a este glaciar porque es totalmente impresionante la masa de hielo que hay frente al mar. Además es de los pocos glaciares que no solo no está retrocediendo, sino que incluso avanza. Por el camino muchas ballenas, orcas y delfines. Si buscáis camping aquí, el Waterfront Campground tiene plazas incluso con electricidad y agua y una ubicación fantástica junto a la bahía. Desde Seward sale una carretera hasta el Exit Glacier. La caminata para llegar hasta el glaciar es corta pero permite acceder a un lateral y a la base de éste, con lo que nunca probablemente estéis tan cerca de un glaciar como con esta excursión.
COOPER LANDING:
En el camino desde Anchorage o Seward hacia Kenai se encuentra este pequeño pueblo que hará las delicias de los pescadores, los aficionados al rafting, pero sobretodo de los senderistas. Aquí el Russian River Campground está en la confluencia entre el Kenai y el Russian river y es precioso. De la misma zona de acampada salen algunas rutas de largo recorrido pero también algunas más cortas como la de Russian Falls. Este camino de 1 milla se adentra en el bosque hasta llegar al Russian river y las cascadas que origina en un punto de su recorrido. Aquí en el camino haced ruido porque hay osos, os lo garantizo. Nosotros tuvimos el susto pero la suerte de encontrar un osezno a apenas 20 metros de nosotros… aunque detrás estaba su madre…..os recomiendo que antes de iniciar cualquier ruta de senderismo en Alaska os informéis bien de qué hacer en caso de encontrar un oso en el camino, porque resulta muy útil en estos casos…. Además, si hacéis la excursión hasta la cascada al atardecer, podréis ver con suerte desde el mirador de la cascada (enorme la que tuvimos nosotros en este caso) a los osos pescar salmones en el rio (con menos peligro para vuestra integridad física por la altura del mirador), un espectáculo que no olvidaréis.
KENAI:
Este pueblo conserva dos iglesias rusas de finales del siglo XIX. Hay un recorrido a pie por el Oldtown que, aunque no es especialmente sorprendente, es curioso ya que os habéis acercado hasta allí. La playa de Kenai es muy bonita para dar un lago paseo y con un día claro puedes ver ballenas en el mar.
OTRAS VISITAS COMPLEMENTARIAS:
Girdwood: es una zona de esquí, principalmente, pero tiene un teleférico que sube a la cima de una montaña durante el resto del año y en un día claro se pueden hacer desde allí algunos senderos.
Matanuska Glacier: en la Glenn Hwy. Ha retrocedido bastante pero tiene un sendero hasta su base. Si os va de paso, haced la visita pero desplazaros hasta allí expresamente creo que no vale demasiado la pena porque tendréis ocasión de ver otros glaciares como los que os detallo.
Wrangell-St. Elias: además de la visita de Kennicott, hay una entrada al parque, uno de los más grandes de Alaska y con un paisaje espectacular. También se puede sobrevolar con avionetas.
Elkutna Lake: pocas millas al norte de Anchorage está la población de Elkutna. Cerca de allí hay una pequeña carretera que conduce hasta un lago.
Para más información os serán útiles las siguientes direccíones:
Información general: http://www.travelalaska.com/
Campings público: http://www.recreation.gov/
Denali NP (para reservar campings y excursiones en el parque): http://www.reservedenali.com/
Enhorabuena por la guia. Buscando en internet me encontré con esta joya y me ha sido de mucha utilidad.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.