Los mercadillos de Navidad se instalan en Colonia (Alemania) desde finales de noviembre hasta el 24 de diciembre (consultad fechas antes de organizar vuestro viaje).
QUÉ VISITAR EN COLONIA:
La ciudad de Colonia alberga una imprescindible catedral gótica, patrimonio de la Unesco, que preside imponente el centro de la ciudad. Considerada la catedral gótica más alta del mundo (que no la más grande, calificación que ostenta la catedral de Sevilla), el edificio alcanza los 157 metros de altura. Su construcción se inició en el siglo XIII pero no sería finalizada hasta el siglo XIX, de ahí que muchos elementos sean neogóticos y no de estilo gótico original. El interior cuenta con 5 naves y la altura de éstas junto a sus vistosas vidrieras la hacen realmente impresionante. Muy importante, acudid a visitar la catedral a primera hora de la mañana si es posible. En los horarios de misa se cierra parte del acceso, con lo que tendréis que limitar la visita a la mitad del recorrido y no la podréis disfrutar. Y si váis más tarde, estará llenísimo de turistas, asi que tampoco podréis disfrutar de la visita….
Cerca de la catedral encontráis el museo Römisch-Germanisches, con una considerable colección de hallazgos arqueológicos desde la época romana.
Y si os gusta el arte moderno, podéis visitar el Ludwig, también muy cerca de la catedral.
Otro referente en la ciudad es el Imhoff-Schokoladenmuseum, el famoso Museo del Chocolate. Si os interesa, acudid a primera hora, después las colas desincentivan a cualquiera para entrar…. Aunque, si decidís que los baños de multitudes y las visitas a empujones no son lo vuestro, siempre podéis acercaros a la cafetería del museo y tomaros un exquisito chocolate deshecho de la gran variedad que tienen, acompañarlo de un enorme trozo de tarta y disfrutar de la tranquilidad de las vistas al Rin.
También resulta muy agradable el paseo junto al río en la zona del Altstad, el barrio más antiguo de la ciudad, con sus edificios de colores restaurados y la impresionante torre de la iglesia de San Martin. En la zona encontraréis infinidad de cervecerías donde hacer un alto en el camino. Todas las calles son estrechas y empedradas y contratastan con la modernidad de los edificios del otro lado del río.
Como torres imponentes también encontramos la torre de la Rathaus, el ayuntamiento, recientemente restaurada.
Si queréis ver todos los mercados de Navidad que a continuación os describiré, no tendréis tiempo de mucho más si vais un fin de semana, pero por si fueráis más días, me aconsejaron: visitar el zoo, coger un teleférico entre éste y la feria de congresos o acercarse a las Termas Claudius.
MERCADILLOS DE NAVIDAD:
En total podéis encontrar 7 mercados de Navidad en las fechas que os señalaba al principio. Cada uno tiene una temática y son diferentes en la decoración. Los suelen abrir entre las 10 y las 11 de la mañana, así que si llegáis antes de tiempo, os recomiendo algunos cafés cercanos.
En cuanto más alejados de la catedral, más auténticos. Os describo los 6 que yo he visitado. El séptimo os lo refiero al final a modo indicativo.
Mercado de Rudolfplatz (o de Fairytales/cuentos de hadas):
Las casetas de madera junto al torreón medieval te trasladarán al pasado, como en un cuento de hadas. Mirad los techos de las casetas, hay muchos autómatas de muñequitos, ositos, etc…. Muy bonito en general, muchas paraditas de regalos y artesanía. Si llegáis antes, acercaos al Café Rico, un agradable local con gran surtido de desayunos y cafés.
Mercado flotante:
Situado en el río junto al puente metálico, un barco acoge un pequeño mercado de no más de 40 paraditas repartidas en sus tres pisos. La entrada cuesta 2 euros y es ideal para amantes de las antigüedades y las cosas un poquito kitsch. Encontraréis desde vajillas antiguas, hasta adornos de Navidad, juguetes y otras antigüedades.
Mercado de Altstad/Old Town (o de los gnomos):
Precioso mercado ubicado en una gran plaza y conectado con un pasillo con la plaza que hay detrás del ayuntamiento y que es una extensión del mismo mercado. En el primero, desde una noria de madera en funcionamiento donde podréis subir, hasta unas cuantas paraditas de vino caliente y comida tradicional (tortas de patata, salchichas de todo tipo, salmón hecho en leña…), e incluso una pista de hielo por si os animáis a patinar. Tras el pasillo de tiendecitas de antigüedades, otra plaza donde comer pinchos, beber bebidas calientes para enfrentar los paseos a 0 grados y otro gran puñado de paraditas. Las casetas de este mercado están hechas de troncos y en sus tejadillos encontraréis muchas figuritas de gnomos, de ahí el nombre del mercado.
Mercado de Neumarkt (Engels market):
Las casetas de este mercado tienen una construcción más moderna pero los colores pastel y los cientos de pequeñas luces que lo decoran hacen que entiendas porqué se llama el mercado de los ángeles. Situado en una plaza junto a otra preciosa iglesia de estilo románico, este pequeño mercado tiene una preciosa tienda de artesania custodiada por un inmenso cascanueces de madera. Merece la pena que entréis aunque haya cola, encontraréis cientos de adornos para el árbol, una preciosa colección de centros de Navidad típicos alemanes artesanales en madera e infinidad de preciosos adornos navideños procedentes de Rotherburg or der Taber. También en este mercadillo encontraréis infinidad de tiendas de regalos donde comprar, desde un gorro de lana hasta juguetes de madera. Cuenta con un surtido extenso de paraditas de comida, así que si os apetece un tentempié con un vaso de vino caliente, la oferta va desde salmón hasta buñuelos, gofres o churros.
Mercado de la Catedral (Dom):
El más grande de todos. En la esplanada delante de la catedral se extiende este inmenso mercadillo laberíntico. Es el más moderno y “aséptico” de todos. Muchos puestos de regalos y decoraciones navideñas modernas. Si queréis tomar un café cerca, el Reichard es una preciosa cafetería con bombonería donde podréis, no sólo tomar café, sino también comer.
Mercado medieval junto al Museo del Chocolate:
Muy pequeñito, tiene un precio de entrada de 3 euros por persona (los niños creo que no pagan). Nada que ver con el resto de mercados de Navidad. Aquí solo encontraréis una interesante muestra de artesanía hecha a mano, de oficios, trajes medievales y actuaciones de bufones. Muy entretenido y bien recreado pero poco navideño….
Mercado de Stadtgarten:
Situado en un parque. No puedo daros muchas referencias porque fue el único que me quedó por visitar.
ADEMÁS:
Si queréis ir de tiendas, Colonia os parecerá un sitio magnífico para ello. Las calles Hohe y Shindler son peatonales todas (de hecho todo el casco antiguo y el centro lo son) y son enormes centros comerciales al aire libre. Encontraréis franquicias de todas las cadenas que hay en España y otro tanto de alemanas, europeas y americanas. Para tiendas más características alemanas, la calle Breite, muy cercana a las anteriores y también peatonal.
Si vais en las fechas de los mercadillos, parad en el escaparate de la galería comercial “Kaufhof”. Sus escaparates se llenan de autómatas de animalitos de peluche que se mueven al ritmo de melodías navideñas. Si vais con niños se quedarán alucinados. Muy al estilo de “cortilandia” pero muy gracioso.
Qué comer: no dejéis de probar las Flammekuchen, aunque no sean propiamente de Colonia, encontraréis esta especie de pizza muy muy plana con cebolla, bacon y queso en cualquier restaurante de la ciudad. También las tortas de patata y cebolla, similares a los rötis suizos y la infinita variedad de salchichas (wurst). Si caminando tenéis hambre, en Merzenich (hay varios en la ciudad), podéis tomar Berliner (berlinas sin agujero), bretzels (panes salados) o cualquier tipo de bocadillo que se os ocurra.
No dejan fumar en ningún tipo de establecimiento, restaurante o bar, asi que si sois fumadores tendréis que pasar frío en la calle.
La mejor ubicación para el hotel si no queréis gastar en transporte ni perder el tiempo en desplazamientos es la zona de la catedral (Dom) o el casco antiguo (Altstad). Hay una buena red de metro pero estando alojado en estas zonas prácticamente podrás desplazarte caminando a todas partes.
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