Maravillosa ciudad llena de rincones para descubrir. Si tienes la suerte, como fue mi caso, de ir de la mano de una lisboeta, las ganas de regresar están garantizadas (gracias, Lidia, sin ti no hubiera sido igual…. espero que esta miniguia no te decepcione….). Pero por si no tenéis esa fortuna, aquí van unas cuántas recomendaciones para que podáis disfrutar de esos rincones increíbles. Si tenéis la posibilidad, dedicad al menos tres o cuatro días para visitar la ciudad u os sabrá a poco….
Os indico a continuación lo que no os podéis perder de los barrios que visité:
BELEM:
Accesible en tranvía desde la Praça do Comércio (tranvía 15E), podéis dedicarle perfectamente un día entero. Por la mañana, acercaos a la Torre de Belén, que además podéis visitar por dentro. Muy cercano, el Pradao dos Descobrimentos. Aprovechad para pasear junto a río y tomar un refresco en alguna de las terrazas. Para comer, el restaurante de la Associaçao Regional de Vela Do Centro, también junto al río Tajo, tiene unas vistas impresionantes y un pescado fresco fabuloso. Después de comer, acercaos a visitar el monasterio de los Jerónimos, en la Praça do Imperio. Mandado construir por el rey Manuel I para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama, es uno de los máximos exponentes del estilo manuelino (no os perdáis los detalles de la fachada con alusiones continuas al mar), Podéis visitar el monasterio por dentro (yo no tuve ocasión pero dicen que la visita vale realmente la pena) y la iglesia, que es impresionante. Y tras la visita, acercaos a probar los exquisitos "pastéis de nata" en la cafetería de la fábrica de Pastéis de Belem, muy cerquita de allí.
BAIRRO ALTO:
Desde la Praça de Restauradores se puede coger el elevador da Glória, un tranvía que salva el desnivel ascendiendo la colina hasta el mirador de San Pedro de Alcántara y subir a este barrio. Desde el mirador tendréis unas vistas realmente increíbles de toda la ciudad. Sobretodo de noche, la vista es fascinante. El Bairro Alto está lleno de restaurantes y tascas para cenar. Además tiene muchísima vida, sobretodo entrada la noche gracias a los locales y bares de la zona. Recomendable la Tasca do Manel, un restaurante auténtico donde se come muy bien.
CHIADO:
Precioso barrio que conserva la esencia del siglo XIX. Podréis pasear por sus calles peatonales adoquinadas en blanco y negro y tomad un café en A Brasileira, uno de los establecimientos más famosos de la ciudad. No dejéis de contemplar las fachadas de los edificios, muchas de ellas cubiertas de azulejos de colores. El barrio está lleno de tiendas, sobretodo portuguesas (si os gustan los zapatos os sorprenderá), por si os gusta ir de compras. Acercáos también a las ruinas del impresionante Convento do Carmo de estilo gótico.
ALFAMA:
Merece una parada su preciosa catedral con sus dos características torres y su magnífico rosetón y el mirador que se emplaza justo delante. Además, el barrio está lleno de restaurantes muy animados y locales donde escuchar fado. Aunque hasta la fecha el fado no haya estado entre vuestras preferencias musicales, no os marchéis de la ciudad sin haber ido a escucharlo en directo. Una recomendación, el Clube de Fado. También tiene restaurante pero es bastante caro. Podéis disfrutar del fado simplemente tomando una copa o un coctail ya casi de madrugada (informaos de los horarios en www.clube-de-fado.com) y después de escuchar la increíble voz de Cuca Roseta, quizás opinéis de otra manera sobre la música portuguesa….
BAIXA:
Esta zona de la ciudad quedó prácticamente destruida con el terremoto del siglo XVIII. Se reconstruyó en la época del marqués de Pombal siguiendo una estructura bastante cuadrada. Tiene tres calles principales paralelas, una de ellas peatonal y adoquinada en blanco y negro (tan característico de la ciudad), llenas de pequeños comercios sobretodo locales, aunque ya empiezan a ocupar algunos de ellos cadenas internacionales. Otra zona ideal para ir de compras. Justo en la entrada al barrio, está la praça de Rossio, donde podréis disfrutar de un café y unos pastéis en la fantástica terraza de la Pastelaria Suiça. Una alternativa si las compras no son lo vuestro, como también lo pueden ser subir en ascensor llamado Elevador de Santa Justa (su estructura es impresionante) a contemplar las increíbles vistas de la ciudad o bajar paseando hasta la Praça do Comercio y acercarse a la orilla del río.
De la Praça do Comercio salen unos tranvías turísticos que recorren buena parte de la ciudad. Los tranvías con sus interiores de madera, son encantadores. Es una excelente opción si queréis haceros una idea de la dimensión de una buena parte de la ciudad en un par de horas y de todo lo que después podréis recorrer paseando.
CASTELO DE S.JORGE:
Impresionante fortaleza en lo alto de una de las colinas de la ciudad. Se puede recorrer todos los jardines interiores a pie y podéis ver la ciudad de Lisboa casi en 360º, sobretodo en un día despejado. Se puede subir a algunos de los torreones, no dejéis de hacerlo. Para descansar, hay un par de terrazas, una de ellas bar y la otra restaurante.
Para los que os guste salir hasta más altas horas de la noche, la discoteca Lux.
Qué comer en Lisboa:
Bacalao: a la plancha, a braz (con huevo y patatas) o en forma de pataniscas (buenísimas)
Polvo frito (pulpo)
Sardinas
Pastéis de Belem
Vinho verde
Ya que estáis en Portugal, aunque no sea de Lisboa, Porto
Cualquiera de los postres con almendra
Si tenéis ocasión de ir más días por la zona, aprovechad para visitar:
Sintra
Estoril
Cascais
Y si necesitáis más información:
http://www.visitportugal.com/
http://www.cm-lisboa.com/
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